Cuando estamos dispuestos a experimentar nuevos escenarios laborales, nuestra mente se mantiene motivada al crecimiento.
La motivación no siempre será instantánea, pero podemos hacer que se vuelva más fácil de adquirir al salir de la zona de confort en el trabajo
Por ejemplo cuando tomamos un nuevo reto, tal vez no estemos muy seguros de hacerlo. Sin embargo, a medida que avanzamos nos vamos sintiendo cada vez más cómodos en el proceso.